lunes, 30 de noviembre de 2009

-No he cogido el gato.
-Ah, eso es interesante
-No, no es interesante, ¿vale? Es muy poco interesante, de hecho, no es nada interesante.
-Ya lo he pillado, Ross.
-No tenías ningún derecho a decirme que estabas colgada por mí.
-¿Qué?
-Todo me iba genial antes de enterarme de lo tuyo.
-Oye, a mí todo también me iba genial antes de enterarme de lo tuyo, ¿crees que me resulta fácil verte?
-Entonces deberías haberme dicho algo antes.
-¡Yo no lo sabía entonces! ¿Y por qué tú nunca me dijiste nada?
-No encontraba el momento adecuado.
-Claro, no, sólo hemos pasado toda la vida juntos...
-Siempre han habido cosas de por medio.
-Oye, cuál es la cuestión
-La cuestión es que no necesito esto ahora mismo, ¿vale? Ya es demasiado tarde, soy feliz, este barco ya ha zarpado.
-¿Estás diciendo que vas a guardarte tus sentimientos o fuera lo que fuera que sintieras por mí?
-Lo llevo haciendo desde siempre.
-Vale, pues vete, no necesito tu estúpido barco.




Dios, te necesito tanto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario